Uno de los temas fundamentales para optimizar un sitio web, es el uso de pruebas A/B para mejorar el desempeño y conversión de una página de Internet. Si bien es cierto que estos ejercicios pueden hacerse desde hace tiempo curiosamente aún no se convierten en una práctica común para quienes diseñan, programan y se encargan de las páginas que visitamos todos los días.
Con tasas de conversión de entre el 2 y 3% en promedio resulta increíble no considerar las pruebas como una tarea recurrente dentro de los esfuerzos realizados de manera constante en nuestras páginas ya que pequeñas diferencias pueden ayudarnos a incrementar significativamente las ventas, solicitudes de información o cualquiera que sea el objetivo principal de un sitio. Esta herramienta de trabajo puede ayudarnos a medir la efectividad o no de realizar ciertos cambios al look & feel de una página para impactar de la mejor forma posible la experiencia de navegación del consumidor.
Para poder realizar correctamente dichas pruebas es importante considerar lo siguiente:
1.- Definir claramente que es lo que se quiere comparar
Establecer objetivos y tener métricas claras es fundamental para realizar una prueba de esta naturaleza. Algunos de los elementos que puede ser interesante medir/comparar son los siguientes:
-Forma de contacto
-Botón de conversión
-Bounce Rate
-Título o Descripción de un producto
-Presentación de Precios
-Imágenes
-Registro a redes sociales
2.- Selecciona una herramienta para llevar a cabo el proceso
Existen diversas maneras de entregar tu prueba al usuario final. Mi recomendación es arrancar con el Google Website Optimizer siempre y cuando ya tengas las bases comparativas dentro del sistema de estadísticas de Google. Si no las tienes busca la herramienta dentro de las opciones de tu sistema.
El proceso puede realizarse mediante el cambio de un elemento con su respectivo código de seguimiento o con el redireccionamiento a otra página.
3.- Diseña la versión de prueba manteniendo la versión original de referencia
Una vez que quedaron definidos los objetivos del primer punto se procede a diseñar el sitio de prueba. Se recomienda que no tenga implicaciones fuertes de programación para que sea aplicado fácilmente y que pueda ser correctamente comparable. Cambios de colores, posición, tamaño de algunos elementos o diferentes mensajes son normalmente recomendables en esta etapa.
4.- Entrega de la versión de prueba
Si el sitio es nuevo puedes repartir el tráfico en partes iguales. Para páginas que ya tienen cierto tiempo lo recomendable es entregar la versión original al 80% del tráfico y la prueba al 20%. Es importante mantener la prueba por algunos días para obtener suficiente evidencia.
5.- Evalúa y repite el ejercicio sistemáticamente
Una vez que tenemos los resultados se puede comparar y evaluar con datos duros la mejor versión. Repetir este proceso de manera organizada y frecuente mejorará dramáticamente la experiencia del usuario y por ende garantizará el desempeño de la página.
Veamos un ejemplo:
Por Jack Cohen, enero 2011