El marketing de contenidos se ha vuelto una herramienta estratégica muy importante para las empresas en los últimos tiempos. Numerosos estudios han demostrado la eficiencia y la cantidad de empresas que lo implementan como un nuevo sistema para conseguir seducir a sus consumidores fidelizándolos con la marca. Pero, a pesar de que el marketing de contenidos despierta tantas y tan positivas expectativas, no todas las compañías están consiguiendo lograr el éxito con los mismos.
Los contenidos no son mágicos, no son un encantamiento que va a lograr seducir al consumidor de manera instantánea. Necesitan ser elaborados correctamente, con una planificación previa que requiere de esfuerzo y trabajo. Para que los contenidos sean efectivos lo primero que se debe plantear es un objetivo concreto seguido por una estrategia a desarrollar. Pero lo más importante de todo es no cometer errores.
Algunos de los errores más frecuentes que cometen las empresas son:
1- No están apuntando al público objetivo.
Es muy importante ante todo determinar el target de aquello que se quiere comunicar, de la empresa, es decir el público objetivo al cual se quiere alcanzar y persuadir. Luego de detectarlo hay que clasificarlo, todo tiene un público y cada público quiere cosas distintas. Ver cuáles son sus preferencias, en qué ambiente se mueven, quién los rodea, y demás, son elementos claves que hay que tener en cuenta a la hora de clasificarlos.
2- Mal uso de canales de comunicación.
Como se dijo antes, hay que detectar bien al público objetivo y analizarlo. Luego de realizar esta segmentación se podrá saber a qué canales de comunicación apuntar, cuáles son los más pertinentes para llegar a nuestro objetivo planteado. Es decir: ver dónde está nuestro público, qué valores tiene, qué quiere, qué canales de comunicación utiliza. Ahí es donde se pone en juego la estrategia que se llevará a cabo para poder alcanzar al target. Es importante saber bien como manipular estos canales ya que cada canal tiene una forma distinta para comunicarse, desde su formato hasta la manera de redactar.
3- No hay objetivos claros en los contenidos.
El contenido es aquel elemento que ayuda a que la compañía llegue al consumidor. Toda estrategia de contenidos debe tener siempre un objetivo bien planteado, sino fracasa. Dichos contenidos deben ser acordes al público que se apunte y por lo tanto al canal de comunicación también. Deben ser claros y precisos, apuntando bien a qué es lo que se quiere trasmitir. Y así lograr que relación emisor – receptor sea efectiva y dinámica.
Estos contenidos deben ser coherentes y mantener una misma linealidad en toda la estrategia de comunicación. Para ello es recomendable establecer una hoja de ruta o plan de contenidos e ir siendo constantes sin abrumar al target. Mantener una pauta y ser fieles a ella para lograr mejores resultados.
4- No ser reiterativos.
Para que los contenidos sean innovadores hay que estar en constante alerta a nuevas oportunidades y no quedarse solo con lo obvio. Variar dentro de los parámetros de la estrategia.
5- No apelar a las promociones constantes.
Lo que se tiene que buscar es ofrecer el diferencial de la empresa, el valor añadido del producto o servicio que se ofrece. No caer en las reiteradas promociones ni en las publinotas como única forma de comunicación. Se debe pensar como un medio de comunicación ya que este busca atraer mediante comunicados bien redactados, desarrollados y de alta calidad.