Este año ha sido particularmente diferente con todo el tema del Covid-19. Las personas pasan más tiempo online que nunca y recurren a Google y Redes Sociales para explorar, investigar y planificar sus compras.
El uso de la tecnología por parte de las personas y empresas avanzó muchísimo este año 2020, acelerando y forzando el proceso de transformación digital. Se fomentaron el trabajo remoto, el e-learning y las reuniones virtuales a través de plataformas como Zoom y otras. El aumento del comercio electrónico y la mayor interacción en redes sociales se destacaron también producto de esta pandemia.
Tener una tienda física ha sido realmente difícil este año, sobre todo para el empresario Pyme que no tiene mucho resto y ya venía golpeado por la difícil situación que atravesamos año tras año en términos económicos.
Las tiendas minoristas se han dado cuenta de la importancia de mejorar y fortalecer su presencia online, y en muchos casos han partido desde cero.
Las estadísticas indican que la cantidad de pymes que venden sus productos por internet aumentó exponencialmente en los últimos meses, y esta tendencia sigue creciendo. No obstante, muchos de los dueños esperan que la tendencia se revierta el año próximo y la gente vuelva a consumir en los locales.
Pero más allá de que muchos dueños de estas tiendas perciben la venta online como una amenaza, veamos a continuación algunas de las ventajas que tiene y cómo puede beneficiarse una tienda física con el e-commerce:
Ventajas de crear un e-commerce a partir de una tienda física
Proveedores: Uno de los principales desafíos para una tienda online es buscar y conseguir proveedores. Que sean confiables, hacerse de una historia de compras, relaciones, cuenta corriente, entre otros. A la inversa de las tiendas físicas que ya vienen con un largo ida y vuelta con su cadena de proveedores.
Base de clientes: Empezar una tienda de e-commerce con una base de clientes que ya nos conocen y compraban regularmente es una gran ventaja. No sólo desde el punto de vista de inversión publicitaria necesaria para darnos a conocer y llevar tráfico a la web, sino también como punto de partida para las primeras ventas online.
Inventario o stock inicial: Contar con un depósito inicial de mercadería disponible para la venta no es un tema menor. En primer lugar por el espacio físico necesario para almacenar y resguardar la mercadería. En segundo lugar por el hecho de contar con un stock inicial para cumplimentar las primeras ventas sin necesidad de tener que salir a comprar.
Amplitud de canales de ventas: nos permite conectar experiencias de venta minorista tanto online como off-line. Todavía hay muchos clientes que siguen prefiriendo o les genera más confianza terminar la transacción en forma presencial, y el hecho de tener ambos canales disponibles nos amplía el horizonte de a que tipo de clientes podemos atender y satisfacer con nuestra oferta de productos y servicios.
Experiencia: Finalmente, no podemos dejar de mencionar la experiencia que tiene un comerciante que viene hace años tratando con clientes y proveedores, frente a alguien que recién comienza y tiene que “aprender” a lidiar y sobrellevar todas las cuestiones inherentes a una operatoria de venta minorista.
Sintetizando, podemos decir, que hay muchas ventajas para un negocio tradicional a la hora de incursionar en el mundo online y seguramente sea el camino adecuado más allá de que tanto se extienda esta situación particular de pandemia.
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